¿Qué tal si deliramos por un ratito?
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible...
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible...
El sujeto se sumergirá en la belleza de las palabras, aquellas que hablen a través de él pero no de cualquier manera, sino de la más exquisita y refinada pretendiendo deleitar paladares.
Audio real encontrado en un contestador automático comprado en un mercado de pulgas...
La palabra humana es como una caldera rota...
Una palabra, nos puede llevar a otras realidades….
Hay que decir palabras mientras las haya, hay que decirlas hasta que me encuentren, hasta el momento en que me digan - extraña pena, extraña falta-.
El albur es la muestra clara del deslizamiento de la palabra, de que al decir algo podemos justo al mismo tiempo expresar algo más.